El Amor un camino hacia la Libertad
Si comprendemos el amor más allá de una simple
palabra o un efímero sentimiento, sino como el encuentro de dos almas — y esto
implica ir más allá de sólo un encuentro sexual, biológico, de hormonas
masculinas y femeninas—, entonces esta comprensión te puede otorgar alas, y
estás te brindarán una visión desde otra perspectiva de la vida.
Y esta nueva perspectiva no está peleada con la
sexualidad en absoluto, sino que te ofrece un complemento aún mayor de lo que
hasta ahora has vivido. El sexo es sólo una mínima parte de tu energía
biológica. El amor es todo tu ser; el amor es tu alma. El sexo es, científicamente
hablando, una necesidad de la especie para su propia continuidad; si quieres,
puedes participar. En cambio, no puedes
evitar el amor. Si llegarás por un
instante a evitar el amor, en ese momento comenzarías a morir. Sin amor no
serías más que una criatura carente vida, llena de insensibilidad y dolor. Pero
si puedes concebir el amor como tu auténtica realidad, tu auténtico ser, habrás
alcanzado la libertad de la espiritualidad y no necesitarás nada más.
Evidentemente dicha libertad puede ser perfectamente
alcanzable en solitario, aunque es un camino que solo los más arriesgados
emprenderán, pues saben que al final la recompensa es aún mayor cuando en su
perfecto reconocimiento de sí mismos, coinciden con otro ser con el mismo grado
de conocimiento y acción. Pero éste
camino hacia la libertad en particular se ha de recorrer en pareja, pues es tu
pareja el mejor compañero y maestro que el Universo ha puesto a tu alcance. Es
con la otra persona con quién crearás una amistad, complicidad y desarrollo en
una perfecta sincronía de almas que los vuelven uno. Pero para ello deberás
despertar al verdadero sentido del amor.
El amor en pareja más allá del encuentro de cuerpos,
debe convertirse en una fusión de almas. Para ello el juicio, la crítica y el
silencio egoísta; deben abandonar tu mente luego de manifestarse para
transformarse en comprensión. Porque tu juicio, crítica y silencio egoísta solo
están ahí para mostrarte el desamor que hay en ti. Por eso debes amar aún más a
tu pareja, porque es el maestro mejor asignado al florecimiento de tu ser. Pero
no confundas amor con resignación, ni mucho menos con victimismo, eso es un
falso amor. El verdadero amor te hace crecer, el verdadero amor te hace gozar;
te llena de tal manera que por tal es conocido como la experiencia suprema, la
verdad absoluta, el Todo.
El amor lo puede hacer posible todo, siempre y
cuando te rindas a él tal como Es, y no tal como quieres que sea. Para ello
necesitas vivirlo con libertad, sin deseos de poseer ni controlar. Al momento
que tratas de moldearlo a tus deseos lo matas, porque lo que tú fabricas como
amor es solo una fantasía llena de límites. El amor es libertad, y da libertad.
La libertad en el amor es uno de los mejores regalos de la creación,
pues te brinda la opción de vivir en plenitud. Libertad de crecer, florecer y
brillar junto a tu compañero de vida. Por tal motivo, comienza a ver a tu pareja de
manera diferente; transforma la vieja visión del compañero reproductivo, de
finanzas, cómplice del estrés cotidiano,
proveedor y servidora del hogar; por la
mejorada y más atractiva certeza de contar con un amigo, maestra y la más
maravillosa persona con la que puedes expandirte en amor. Porque ten por seguro
que esa persona que está a tu lado o está por venir no es resultado del azar
cósmico, es la persona ideal para tu aprendizaje y maestría del amor.
Cuando te conviertes en amor eres libre, no hay
necesidad de fingir para complacer, no requieres de estímulos fuera de ti para
ser, en pocas palabras no hay meta a la cual llegar. Tú eres el inicio y eres
la meta. Eres el amor y el amado. Ahora imagina a otro como tú viviendo contigo
y al mundo entero como ustedes. Un amor libre, que ha dejado de ser mecánico
para ser auténtico. Eso eres tú.