El mundo te quiere entretenido, la vida te quiere meditativo

Aunque muchos ya habían augurado que el 2020 iba a ser un año de transformaciones, lo  cierto es que la mayoría seguía manteniendo en su mente, no lo que le aconteciera al mundo, sino lo que podía hacer que aconteciera en su propia vida. 

Todavía estábamos en la resoluciones para un nuevo año, cuando la idea de una pandemia mundial amenazaba con replantear los deseos para dicho tiempo. Y es que en un abrir y cerrar de ojos, nos vimos sumergidos en una problemática mundial, no solo de salud física o emocional, sino de alcances económicos y transformación de estilo de vida.  Como un terremoto que no avisa, un padecimiento global nos pone en jaque y nos obliga a detenernos, y no solo eso, sino a encerrarnos en una cuarentena para salvarnos de un virus, pero quién nos salva de nosotros mismos. 

#QuedateEnCasa #CuarentenaTotal, son solo algunos de los hashtag con los que hoy día mantenemos "cercanía" con la sociedad. Hablamos de una pandemia, de un virus, de aislamiento, de un futuro incierto; pero realmente no hemos cambiado en nada. Seguimos usando  la red para distraernos. Estamos encerrados en casa, pero buscamos salirnos de nosotros mismos. El  mundo con nosotros en movimiento o no, nos pone a nuestro alcance medios para ausentarnos de nuestra existencia: cursos, clases, conciertos, películas, tik tok, recorridos por museos, libros online, y todo ¡gratis!; ¿quién puede decir que no a eso?

Además tenemos la redes sociales, con la temática que gustes para complacer el deseo que te apetezca.  Pero la vida busca otra cosa, la vida nos está creando experiencias para conocernos más allá del espejo. 

Hoy tenemos más tiempo que nunca y menos ganas de disfrutarlo.  Y esto es así por una razón muy lógica, entre más tiempo con nosotros más atención a lo que somos.

Hay a quien le ha tocado vivir esta experiencia en soledad absoluta, y eso es tremendo si hay miedo a la propia existencia.  No tener con quién hablar, con quién reír, discutir, compartir; solo deja la opción de hacer todo eso con la propia Alma. 

Y sí, aunque pueda parecer muy triste, es la mayor virtud de todas. Enfrenarse a los miedos y a nuestras carencias, al silencio, parece aterrador, pero es la puerta a la Vida. Tras esa puerta de soledad descubres la melodía de tu Alma, dejas de ser ficción para ser realidad inmutable. 

Pero la soledad también se experimenta en grupo. Sea quien sea con quien te haya tocado compartir un encierro, es la persona adecuada para descubrir tu ser.  Muchos compañeros de casa, ya sea que sean familia o no, estaban viviendo en una burbuja de mentira. Se habían acostumbrado a estar por espacios cortos de tiempo y fingir que su relación era estable. Ahora muchas de esas personas se darán cuenta que sostener una convivencia no es exactamente vivir en armonía. Puede que esa situación les lleve a entretenerse en el afuera buscando un placebo o una salida que les haga sentir "felicidad",  creyendo que lo externo es la solución.  Por su parte, si aprovechan la oportunidad, podrán entablar un encuentro real y sobre todo honesto para reconocerse en la presencia del o los otros y conformar un entendimiento de qué es lo que les hace coincidir en la vida.  

Durante todo este proceso, como individuos esta bien enojarse, sentirse triste, frustrarse; pero no volverse esas emociones. Tomarnos tiempo para evaluar lo que sentimos y de dónde procede es un trabajo que la vida espera de nuestra existencia en este tiempo. 

Está bien buscar entretenimiento y divertirse con ello, pero no hacerlo el sentido de éste momento. 

Otorgarnos tiempos a solas meditando, haciendo silencio es una buena inversión de tiempo, no solo porque al instante te proporciona serenidad, sino porque a futuro te dará la habilidad de enfocarte de retorno a tu vida diaria, en lugar de volver a la postergación y distracción de lo que te aleja de tu ruta de vida.  

Meditación en familia también es una opción a tener, después de los momentos propios a solas. Hablar, volverse a conocer, charlar sobre si las ideas que antes se tenían en común son las mismas ahora, o se replantean.

Volver a la cotidianidad del mundo será para algunos una vuelta a la rutina, para otros una nueva vida.  

Si algo no te estaba gustando en tu existencia, este es el momento justo para dejar la distracción y adentrarte en tu interior, fortalecerte no desde lo que hay en el afuera, sino desde el poder interno que ha estado buscando la oportunidad de manifestarte a través de ti.

Este es tu momento, no lo dejes pasar.